Asistieron el Ministro de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi el presidente de Apthgra, Dante Camaño, la pianista Marta Noguera y otras personalidadesl
El Teatro Colón abrió sus puertas con una función especial a la que asistieron funcionarios, empresarios y trabajadores del turismo la hotelería y la gastronomía, funcionarios, artistas y personalidades de la cultura
El evento , con entrada libre y gratuita, se realizó en la fría mañana del viernes 1 de julio, que no amilanó a los amantes del arte, representado en esta ocasión por la Camerata Bariloche.
La iniciativa de APTHGRA y del Sindicato gastronómico, Seccional Ciudad de Buenos aires, fue bien recibida por los asistentes que colmaron la capacidad del primer coliseo argentino.
«Excelente», dijo el presidente de APTHGRA, Dante Camaño, al término de la función y manifestó su satisfacción por el espectáculo brindado «que deberá repetirse», anunció. En el ámbito de la cultura y gracias al empeño del presidente de APTHGRA, se realizan otras actividades relacionadas con la música. El año pasado, juntamente con la embajada de Polonia en nuestro país y la Fundación Chopiniana se efectuó el ciclo de conciertos denominado “Chopiniana 2010”, que contó con la participación de destacados pianistas de nuestro país y del extranjero. El siclo se volverá a repetir en los próximos meses.
Creada en 1967 por iniciativa privada, la Camerata Bariloche es el primer conjunto argentino de música de cámara en haber alcanzado prestigio internacional, a través de sus muchas actuaciones en las tres Américas, Europa y el Lejano y Cercano Oriente. La Camerata Bariloche interpretó obras de Mozart, Rossini y Piazzolla. Uno de los asistentes dijo al finalizar la función: “Me voy con los ojos llenos de lagrimas, el corazón lleno de música y el alma plena de vida”, palabras que que sintetizan el fervor de la gente.
También tenemos que mencionar el estado del Teatro Colón, cuya reparación, en gran parte, fue artesanal. Para recuperar el color original de la sala y sus ornamentos, hubo que quitar con bisturí las distintas capas de pintura agregadas a lo largo de un siglo. Y se restauraron 200 artefactos de iluminación, incluyendo la araña de 1.500 kilos y 753 lámparas. Se rehizo su sistema de descenso y reconstruyó las tulipas y partes de bronce faltante, sometiéndolas a un proceso de oxidación con fuego para que se parecieran a las antiguas.
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