“Para bailar tango hay que venir a Buenos Aires”, dijo Camaño
RECIBIÓ UNA DISTINCIÓN DE LA UNESCO EN LA NOCHE DE LA GRAN MILONGA NACIONAL
Buenos aires, sede de importantes eventos, referente cultural de Latino América (tiene más de 160 museos, casi 300 teatros y la mayor concentración de librerías del mundo) es, también, la cuna del tango.
Y como no puede ser de otra manera, también tiene su TANGÓDROMO, con una pista de baile de ocho mil metros cuadrados. La Avenida de Mayo, desde Perú hasta la 9 de julio, se transformó en una gigantesca pista de baile en la que, entre cortes y quebradas, la ciudad festejó el Día Nacional del Tango, que se celebra el 11 de diciembre, en homenaje al natalicio de Carlos Gardel y Julio de Caro.
El espectáculo se extendió hasta la madrugada en los tres escenarios ubicados en Perú, Piedras y Bernardo de Irigoyen, por donde pasaron más de 100 artistas, orquestas, cantantes y bailarines. Bailarines es lo que sobraron, pues, en cada rincón del asfalto había una pareja disfrutando de nuestra música popular.
Sí, en la Avenida de Mayo, escenario de tantos acontecimientos en la vida de la Argentina, convertida por varias horas en un TANGÓDROMO de ocho mil metros cuadrados. De esa manera, vecinos y turistas pudieron disfrutar del tango, declarado Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO.
Los bares, pizzerías y restoranes de la avenida colocaron sillas y mesas en veredas y en la calzada, donde el público, tanto tangueros como quienes fueron de visita a la milonga, con muchos turistas en ambos bandos, descansaba entre tanda y tanda o tomaba un trago mientras observaba el espectáculo, tanto el de los artistas en el escenario como el otro, más singular y único en el mundo: miles de milongueros en una pista de extensión incomparable.
Los afinados equipos de sonido y los juegos de luces que teñían la arboleda y antiguos edificios de estilo español completaban la ambientación festiva que inunda todos los ámbitos para esta época del año. La élite del tango, con profesionales, organizadores y muchos habitúes de los dos centenares de milongas de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores se concentraron frente a los escenarios. Uno ubicado a espaldas a Bernardo de Irigoyen, otro en Piedras y el tercero en Avenida de Mayo y Perú, por los que pasaron los artistas de más renombre.
Las orquestas “De Tango de Buenos Aires”, con la dirección de Marconi y Cuacci, “La Juan D´arienzo”, “Los Herederos del Compás”, “Típica De Angelis”, “Varela Tango”, el show de “Piazzola Tango”, “Cuarteto Mulenga”, “Típica Suburbana” y “Canyengue”, entre otros grupos de danza, los ballets de “Máquina Tanguera, de Almirante Brown, Compañía H.R. Tango, y el de Olga Bessio y cantantes…sí, muchos cantantes en la fiesta del tango.
Y también la UNESCO se hizo poresente a través de Protango Argentina, que entregó distinciones denominadas “Guardianes del Tango” a Dante Camaño, titular de APTHGRA y al maestro Juan Carlos Copes, por su trayectoria en el fomento de nuestra música ciudadana.
El maestro copes, visiblemente emocionado, recibió su tributo ante el aplauso del público y luego fue Dante Camaño, propulsor de La Gran Milonga Nacional. Agradeció la distinción y también a los artistas “que vinieron a trabajar gratis por amor al tango, por amor a Buenos Aires”. Destacó la tarea realizada en los tres escenarios y a la gente de la organización para enfatizar que era “el tangódromo de Buenos Aires, una expresión de arte y cultura del tango”. Camaño pidió que nadie se ofenda y mencionó que hay miles de escuelas y millones de bailarines,”pero para bailar tango hay que venir a Buenos Aires”, enfatizó.
La importancia de la fiesta fue destacada por los distintos medios de difusión, como las agencias de TV extranjeras, un programa especial que realizó la Televisión Pública y, para los que no se pudieron acercar hasta la Avenida de Mayo, disfrutaron de la transmisión que realizó desde las 20 y hasta la 1 de la madrugada del domingo, la 2X4, LA RADIO DE LA CIUDAD..
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