Un día de fiesta para el tango. Con un m arco de interesante público, APTHGRA coronó su año con ";La Gran Milonga Nacional";. En los escenarios se lucieron orquestas y bailarines y el asfalto fue nuevamente una gran pista de baile.
MAS DE VEINTE MIL PERSONAS EN LA QUINTA EDICIÓN DE “LA GRAN MILONGA NACIONAL”
La fiesta del tango se vivió un año más en la Avenida de Mayo. El pavimento se convirtió en una pista de baile de ocho mil metros cuadrados, donde la gente pudo demostrar su arte de cortes y quebradas. Vecinos de la ciudad, turistas asombrados, principantes y “tangueros de ley”, compartieron más de ocho horas de un encuentro ya tradicional para la ciudad.
“La Gran Milonga Nacional”, en su quinta edición, fue el fin de un año cargado de actividades realizadas por la Asociación de Patrocinadores del Turismo, la Hotelería y la Gastronomía de la República Argentina y que organizó en forma conjunta con la Academia Nacional del Tango.
Más de veinte mil personas transitaron por la Avenida de Mayo, acercándose, según su gusto, a los escenarios ubicados en Bernardo de Irigoyen, Piedras y Perú. Por los escenarios desfilaron distintas orquestas, cantantes y bailarines, que fueron gratificados por el aplauso del público.
La orquesta de la Armada de la República Argentina inició la “milonga”, temprano, para crear ambiente, cuando el sol comenzaba a despedirse y la noche ya anunciaba su calidez. La gente, en tanto, se acomodaba en las sillas dispuestas por la organización, en los tres escenarios, para seguir las alternativas artísticas. Otros ya preferían “dibujar” figuras en el asfalto.
Dante Camaño, presidente de APTHGRA, recibía a los invitados y atendía al periodismo, que requería su testimonio con relación al evento. Una noche plena, donde los que no pudieron asistir participaron de las transmisiones en directo del canal Todo Noticias (TN) y de la radio de Tango de la ciudad, la “dos x cuatro” y muchos en el mundo disfrutaron a través de las imágenes de la televisión extranjera.
Camaño expresaba su satisfacción por el evento, el brillante cierre del año, la alegría de la gente y la calidad de los artistas. “Muchos son consagrados, otros serán estrellas en los próximos años y comentarán su paso por la Gran Milonga”, destacaba. Explicaba también que «es un gran homenaje a la cultura y a nuestros vecinos, porque la milonga es de la gente, un homenaje al tango y a través del tango a la ciudad de Buenos Aires y a la República Argentina”.
En el escenario de Bernardo de Irigoyen se lucía el Show de Tango Porteño, en una conjunción del arte hecho tango. Por allí desfilarían el Sexteto Milonguero, Los reyes del Tango y el Ballet del Teatro Colón, entre otros artistas. Y el broche de oro fue la presentación de la Camerata Bariloche, actuación destacada por el público.
También los artistas de los otros escenarios se lucieron y gratificaron al público que retribuía con cálidos aplausos. La Unión Argentina de Artistas de Variedades colaboró intensamente en la convocatoria y dirección artística del escenario de la calle Piedras, mientras que en el de Perú, el desfile de dúos, tríos, cuartetos, solistas y bailarines fue incesante.
Fue así que se logró una vez más el corredor del tango. Melodías de bandoneón, piano, violines, cortes y quebradas, bailarines experimentados, otros no tanto pero que se animaban, turistas de distintas partes del mundo, todos rendían de esa manera su tributo al tango. Muchos disfrutaban de la variedad de artistas que se presentaban en los escenarios.
De esa manera y recordando el nacimiento de dos grandes de la música ciudadana, Carlos Gardel y Julio de Caro (11 de diciembre), el canto, la música y la poesía desfilaron por la arteria de los grandes acontecimientos nacionales.
¡La gente más que agradecida!
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